Descontaminarse y brillar

Soy una de esas personas que siempre le están dando vueltas a todo en la cabeza. Y así, mis ideas se transforman casi a diario. Es algo con lo que todavía tengo que empezar a lidiar… El caso es que, debido a esta “característica” mía, a lo largo de mi poco extensa vida he pensado mucho a cerca del mundo, de las personas, de la sociedad, de las culturas, etc. Y cuanto más lo pensaba menos sentido tenía para mí todo lo que me rodeaba. A los 15 años mi burbuja empezó a romperse, empecé a ver el mundo mucho más allá de mi familia o mi colegio y, para bien o para mal, comenzó mi frustración. Una frustración por no comprender el sistema de la película en la que me había tocado ser personaja. Lo bueno es que como de todo se aprende esa frustración me empujó a vivir en un camino de diversas, maravillosas e intensas experiencias. He ido probando ideas y sistemas que pudiesen concordar con mi idea del camino de eso que la gente llama felicidad, aunque todavía no esté segura de qué camino quiero elegir, supongo que más que de elegir se trata de fluir. Hace cinco años, poco después de que mi burbuja explotará y empezase a hacerme preguntas sobre el mundo y la vida, escribí esto: “Descontamínate. Expulsa las complicaciones innecesarias de tu mente. Sueña. Acéptate. Siéntete orgulloso de ti misma. Una vez conseguido mira dentro de ti, en lo más profundo de tu alma, porque únicamente ahí es donde podrás hallar la verdadera felicidad.” Como he dicho, mis ideas se transforman constantemente, no obstante sigo estando de acuerdo con esas palabras. Aun así, a mí más que de felicidad (que no consigo saber muy bien lo que significa) me gusta hablar de libertad, y creo que puede que el significado que unxs y otrxs atribuimos a ambas palabras sean similares. Un amiga, Nuria, hablaba una vez en su blog (http://mujertaruk.wordpress.com/) sobre lo bien que está el alma en lo sencillo, y creo que era eso lo que mi joven inconsciente quería explicarme cuando me salió eso de “descontamínate”.

Ese momento fue en el que empecé a ver que tener un “buen” trabajo, hacer una “buena” carrera o tener una “buena” casa no me iban a aportar esa sensación de libertad/felicidad. Lo siento mucho mundo… para mí no tienes sentido… no encajas en mis ideas… Así que… ¿por qué tengo que encajar yo con las tuyas? Hay gente que VIVE sin dinero en un mundo capitalista. Hay gente que VIVE sin un trabajo convencional. Hay gente que VIVE en familias muy amorosas y muy poco ortodoxas. Yo también quiero VIVIR y sentirme libre. Para ello creo que tenemos que permitirnos mirar más allá de nuestra burbuja y después, más allá de la primera superficie del mundo. Cuestionarnos las cosas y arriesgarnos a pensar en alternativas existencialistas locas y muy idílicas que después empezaremos a ver cómo podemos materializarlas, como vivir sin dinero en una sociedad capitalista… ¡Qué locura! ¿Y por qué no? ¡Qué divertido!

Pero… ¿sabéis por qué no lo hacemos casi ningunx? Por el miedo. Ese miedo que nos paraliza y nos hace quedarnos en ese lugar en el que estamos, que no me atrevo ni a llamar área de confort… Y todo porque estamos contaminados. Imaginemos que nacemos con una luz muy muy bonita y muy muy brillante en nuestro interior, llamémosla felicidad. Nacemos libres del todo, limpios y puros, hasta que el mundo y la sociedad que nos rodea nos empieza a contaminar, a contaminar de miedos, y nosotrxs nos dejamos. Entonces, esa luz se va tapando, no es que desaparezca, siempre está ahí, es solo que cada vez costará más verla. Entonces, a) nos amoldamos a la estructura que se nos presenta al venir al mundo, o b) nos perdemos. Así… que para todxs lxs perdidxs… ¡solo hay que encontrar de nuevo la luz! Descontaminarse de todas esas nubes grises de miedo que la han ido rodeando. Sentir. Sentir el amor y sentir la vida. Así, podremos dejarnos de quejar de este mundo tan gris para ayudar a construir uno lleno de color y de vida. ¡Descontamínate!

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